Sí, lo confieso, soy de esas personas que la primera vez que vio una vela con la "Técnica del hielo" pensó ¿pero eso qué es? Sin embargo, esa incertidumbre creada inicialmente no me echó para atrás a la hora de experimentar con ella, ver cómo era el acabado, ver cómo fundia la cera y, simplemente, me enarmoré... una vez más, me enamoré de una técnica que deja unos acabados impactantes y únicos y que, es cierto, o bien odias o amas, pero no deja indiferente a nadie. Como si se tratase de una obra de arte.
También es cierto que, cuando uno se adentra en las diferentes maneras de trabajar una vela, ya debe de procurar que muchas coincidan: no es sólo realizar la técnica en sí, sino combinarla con colores, otras técnicas, etc...
(Aquí se ve la vela desde arriba).
En este caso, se han mezclado la técnica del hielo y la técnica del degradado de colores, inspirándose en esa luz azul que aparece muchas veces en el interior de los bloques de nieve.
He pensado que sería interesante, al igual que con los jabones, ir mezclando tutoriales y cosas realizadas para mostrar algunas posibilidades... sólo algunas porque ya se sabe que el límite está en la imaginación de cada uno y, dicen, ésta es infinita.
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