Bueno, pues continuamos con la lista de cositas y pequeños trucos que sí han funcionado a la hora de elaborar jabones:
* Tener en cuenta el tipo de colorante a usar. Aunque, cada vez, me gustan más los jabones tal cual salen, sin necesidad de colorantes artificiales, a veces, impresiona ver los resultados del color adiccional. En este caso, es importante saber si son hidrosolubles (se deshacen en agua) u oleosolubles (se deshacen en aceite): los que se mezclan con agua tienden a desteñirse al usar el jabón, a migrar y hacer cosas extrañas. Los más estables son los colorantes oleosolubles (para más detalle, mis favoritos son los que vienen en polvo).
* Dejar secar los jabones en una rejilla. Antes de ello, les daba vuelta cada poco para que curaran de una manera uniforme y les diera el aire por igual en todas partes, sin embargo, esta preocupación me la ahorré cuando empecé a dejarlos sobre una cesta de rejilla.
* Fue impotante tener en cuenta que muchos ingredientes adicionales aceleran la traza de forma brutal y convierten la masa en algo durísimo y difícil de trabajar, como es el caso de las esencias/perfumes sintécticos y los aaee más dulzones (tipo canela y naranja). El alcohol y algunas mantecas como la de aguacate también producen este efecto.
*Una forma de evitar lo anterior si se quiere "modelar" un poco el jabón es trabajar a concentraciones bajas (en torno al 28% o menos), si no se le va a dar forma ni trabajar diferentes colores (como con los firulillos), pues se puede trabajar a la concentración habitual, sabiendo que, nada más añadir el ingrediente "acelerador" se van a tener unos segundos para echar el jabón al molde.
* Me funcionó muy bien ajustar la concentración a mis "capacidades": hay personas que trabajan muy bien al 40%; otras prefieren no superar un 26%. Personalmente, me va genial al 32%. El consejo es experimentar hasta encontrar la tuya.
*Tener todos los ingredientes pesados, preparados y a mano antes de empezar a mezclar. Os cuento un secreto: suelo ser bastante desorganizada, haciendo un pastel se me puede quedar en el armario la harina o la levadura... a veces, me olvido hasta de los huevos. Pero, esto no es lo mismo y tiene mucho sentido no dejar las cosas al azar, hay que pensar que la mezcla puede enfriarse demasiado por no tener un aceite preparado o puede cortarse o se puede acelerar y faltan ingredientes... son situaciones que pueden hacer variar el producto final demasiado: puede quedarse un jabón con demasiada sosa o con excesivo aceite. En fin, enseguida comprendí que este consejo es necesario e imprescindible en muchos casos... además de cómodo.
*Usar una sosa con una pureza igual o superior al 90%. Lo ideal es el 100%, no da márgen a dudas, pero de no encontrarla, cualquiera que ronde del noventa para arriba, sirve. Por debajo, pocas cosas son seguras. Muchos nos encontramos en nuestras primeras experiencias que no llegábamos a la traza... la sosa era del 75%.
* Cambiar "a mano" por batidora. A mano, la traza puede tardar en torno a las dos horas en alcanzarse, a veces, si se enfría demasiado, puede cortarse la mezcla; con batidora eléctrica, el jabón está hecho en una media de diez minutos.
- La única excepción a esto es para deshacer la sosa (posiblemente, más que truco, sea manía): la sosa la deshago siempre poco a poco, con cuchara de madera y hasta que está toda echada, no meto la batidora.
* Cuando se trata de recoger flores (lavanda, caléndula, rosas...) para los jabones (secar pétalos, oleatos, infusiones) los mejores son los días soleados y secos, así nos evitamos desagradables sorpresas con mohos y otras bacterias que pueden pudrir el jabón.
* En relación a lo anterior, a la hora de guardar las infusiones, si son para ese mismo día o el siguiente, una vez que han enfriado, a la nevera; si no está claro cuándo, al congelador. En cualquier caso, las infusiones mejor frías tirando a congeladas a la hora de deshacer la sosa (tarda más, pero conservamos propiedades y nos evitamos salpicaduras).
*En cuanto a los oleatos, me han salido mucho mejor los botes de cristal con tapa de rosca (como los de las mermeladas, los espárragos, etc...) que los botes teóricamente herméticos. En éstos últimos siempre me han salido hongos pasados unos días, sin embargo, en los de rosca, nunca.
Y hasta aquí lo de hoy, si se me ocurren más cosas, ya os iré contando.
Buen día a todos!
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